- En caso de formarse un atasco, circunstancia harta más que probable, no será necesario hacer nada especial, (insisto, nada de nada…). Únicamente tendrás que pitar sin tregua y esperar a que los nuevos vientos, la física elemental o la Providencia se encarguen de sacarte de ahí. El Alquimista Accidental – Luis Otero
- …el conjunto de reglas callejeras que uno no puede ni debe olvidar, si osa aventurarse al mando de un vehículo. El Alquimista Accidental – Luis Otero de la Rosa
- – …un recepcionista simpático, activo y conversador…- El Alquimista Accidental – Luis Otero de la Rosa
- -…amplio ventanal con balconcito a una calle ruidosa…- El Alquimista Accidental – Luis Otero de la Rosa
- – Aspiré con fuerza y… casi me ahogo; Pero aguanté como un campeón por aquello de no montar el numerito del ataque de tos. Pura hipocresía. Me moría de ganas de echar todo el aire de mis pulmones – El Alquimista Accidental – Luis Otero de la Rosa
- – un mundialmente conocido músico de Mumbay (Bombay – India) llamado HariPrasad Chaurasia – El Alquimista Accidental – Luis Otero de la Rosa
- – Se trataba de un libro que recopilaba de forma resumida los viajes de Burton Holmes (1870–1958)- El Alquimista Accidental – Luis Otero de la Rosa.
- – Después de sopesar el recuerdo emocional de mi modesta bibliografía enseguida tuve un claro ganador: Sir Richard Francis Burton (1821–1891).-
- – finalmente me decanté por uno de sus viajes más tranquilitos y que dio origen al que fuera el primero de sus libros. – El Alquimista Accidental – Luis Otero de la Rosa.
- -…la Royal Geographical Society (R.G.S.), probablemente la entidad que ha promovido más viajes de exploración en la historia de la humanidad, incluidos los del propio Burton…-
- – …la placa en la pared, Howard Carter y su amigo Tutankhamon formasen parte de una especie de complot cósmico para hacerme llegar un claro y contundente mensaje: Egipto te espera. – El Alquimista Accidental – Luis Otero de la Rosa
- – …Frente a mí estaba el inconfundible rostro del sarcófago de Tutankhamon. Sí, era él y no se trataba de una alucinación. –
- – …Al salir a la calle tropecé con un simpático vendedor ambulante de café que cargaba sobre sus espaldas un enorme y hermoso contenedor metálico que hacía las veces de termo…- El Alquimista Accidental – Luis Otero de la Rosa
- – Se trataba del Dios Thot o Dyehuti, el dios Egipcio de la escritura, la sabiduría, la música y por si fuera poco los conjuros mágicos –
- -…Me adentré en el corazón del fascinante antiguo Cairo, territorio por excelencia de buscones, resuelve–vidas y cuentacuentos…-
- -…un paisaje urbano fascinante, estampa del más puro espíritu comercial de oriente, con sus bazares, tiendas y tenderetes ofreciendo todo tipo de mercancías…-
- – …aprovechaba para pararme a picotear la gastronomía callejera de los puestecitos con los que tropezaba…-
- -…mercaderes convenciendo, bullicio ensordecedor, calor humano, espectáculo de colores y olores tan seductores como irreconocibles para un turista como yo…-
- -…Su propietario y artista era un sudanés que tenía muy buena mano con los pinceles…-
- -…Como siempre me gusta compartir o sentirme rodeado de la gente local…-
- – …Tras más de media hora de retraso, un ensordecedor sistema de megafonía avisaba de la llegada de nuestro tren…-
- – Alejandría ha sido y sigue siendo un lugar muy especial y con ello quiero referirme a que es uno de esos lugares en los que sientes que hay algo especial en el ambiente…-
- -…opté por recorrer su amplia avenida marítima, a lo largo de la cual resulta fácil tropezar con algo en donde fijar tu atención…-
- -…la nueva biblioteca de Alejandría, que aunque no tiene nada que ver con el original de la antigüedad, demuestra el interés que ha habido por rescatar una parte de esa gloriosa historia y rendir tributo al mundo de las letras y la cultura…-
- – Mi particular circuito urbano por Alejandría concluiría con una visita más a la antigua ciudadela fortificada de Qaitbay…-
- – ¿Por qué el hombre más poderoso, temido y respetado por entonces en medio mundo iba a querer dirigirse en privado hasta una lugar tan difícil de llegar y tan apartado de la ruta de sus conquistas? –
- – …presenciar el grado de desarrollo de Matruh me producía cierto sentimiento de nostalgia y envidia a la vez. Nuestros destinos vacacionales de playa alguna vez también fueron así de auténticos…-
- – …el paisaje que me rodeaba me cautivaba de tal manera que sentía como si una parte de mi corazón estuviera despertando de un sueño…-
- – …Habíamos llegado hasta lo que bauticé como el chiringuito del fin del mundo, un peculiar enclave en medio de la nada y alejado de toda muestra de vida…-
- -… me refiero a un transporte público que consistía en un burrito tirando de una pequeña y singular carreta, un tanto destartalada pero decorada de forma graciosa y atractiva a la vez…-
- – …Así que doble y gratamente sorprendido, seguimos avanzando por aquel camino de tierra que atravesaba interminables extensiones de palmeras datileras…-
- -…llegamos hasta un grupo de casas abandonadas, una especie de localidad fantasma a los pies de una colina llamada Gebel Mahagana, donde todo estaba claramente abandonado al paso del tiempo y a su suerte.-
- -…Nos sentamos en el suelo de una dependencia con un gran ventanal que ofrecía unas vistas envidiables hacia el oasis. –
- -…contemplábamos el inmenso mar verde de palmeras del oasis de Siwa, que se extendía más allá de nuestra visión. –
- – …me aventuré a salvar la distancia que me separaba del centro de la población. Necesitaba hacer algunas gestiones…-
- – Decidí resguardarme del sol justiciero en un local que aparentaba ser cualquier cosa menos lo que podía leerse en el letrero de madera que colgaba de su fachada. Restaurante Bereber.-
- – …Bien calladito y con el rugir de fondo del motor de su robusto Toyota, me dediqué a contemplar el espectáculo de paisajes y formas caprichosas del desierto.-
- -Las interminables dunas me recordaban unas veces a lomos de lagarto gigante y otras veces a curvas seductoras de mujer. –
- – Mire donde mire veo profundidad y la abrumadora fuerza de la naturaleza. El hombre frente a ella no es más que un granito de arena frente a una montaña.-
- – No hay dos dunas iguales, igual que no creo que haya dos granos de arena iguales. Quien diga que en el desierto no hay nada que ver, o nunca ha estado o no sabe abrir sus ojos.-
- -…si mirabas en dirección opuesta sólo podía verse el más puro y solitario desierto… y mi tienda de campaña. –
- – Así, sentado sobre la arena aún cálida y con un seductor silencio envolvente, me sentí el hombre más afortunado del planeta. –
- – Lo que a primera vista parecía un simple capricho por irme a meditar bajo las estrellas del desierto en realidad encerraba algo más profundo al más puro estilo de llamada interior.-
- – …No hubo nada malo en mi estancia en la antigua Tebas, visitando el valle de los reyes, el de las reinas o los incontables templos de Karnak y Luxor…-
- – Pues sí, ahora toca regresar – me dije emocionado, contemplando el ocaso del sol, más allá de las copas de las palmeras de la orilla occidental del Nilo –
- – Había llegado el momento de recoger mis redes y marcharme, de concluir mi viaje y mi particular y a veces absurda búsqueda de algo en Egipto.-
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